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ARCHIVO FOTOGRÁFICO

José E. Lamarca (Buenos Aires 1939), documenta el mundo del flamenco con unas imágenes que se inscriben en el más ortodoxo estilo del retrato fotográfico. Un mundo que le resulta cercano al autor desde que en 1972, trás conocer a Antonio Gades, comenzase a realizar fotografías para la Compañía Nacional de Tatro Clásico ilustrando desde entonces portadas para la industria discográfica. Su obra es en este sentido un trabajo que surge de su interés profesional por un mundo que le gusta y a cuyos protagonistas conoce y estos, a su vez, estiman al fotógrafo y aprecian su labor.

 

"Flamencos" nos habla de un universo distante para los no iniciados, tratado con una sobriedad cercana a la fotografía antropológica. Con todas las diferencias que tiene y las distancias que se quieran poner, la primera vez que contemplas este trabajo, no pueder dejar de pensar en autores como August Sander y lo importante que es ésta tradición documental en la cultura fotográfica. Parece que en las escenas el fotógrafo no está presente sino que a través de su obra, son los personajes retratatados los que se expresan desde su fuerza cómo artistas o desde la dignidad que emana de su presencia, casi siempre en el estrecho espacio del estudio fotográfico. Un estudio simplificado al máximo donde el protagonismo lo adquieren los diversos planos que se muestran a sus retratados. Y sobre todola presencia que adoptan, un recurso omnipresente. Lo apreciamos muy bien en una de las imágenes que, presisamente, esta fuera del estudio. La fotografía de Rafael Romero "el Gallina" tomada en 1990, en la que la chaqueta rota del cantaor refuerza, a modo de Barthiano, la nobleza del personaje que ya en 1981 se había retratado en la formalidad del estudio.

 

La mirada que Lamarca proyecta sobre sus retratados es sosegada y la sencillez con la que ilumina las escenas posibilita que el espectador contemple sin obstáculos ni indicaciones añadidas a unos personajes que tienen un universo propio. La riqueza del trabajo se desprende de la propia diversidad que adquiere esa libertad de representación. José Menese, por ejemplo, posa de modo muy envarado  y nos rememora los retratos del siglo XIX. Por contra, un plano medio permite que José Carmona Carmona, "Pepe Habichuela", nos transmita su fuerza cómo artista. En las fotografías fuera del estudio, como es la de la actuación de "El Terremoto de Jerez", en una imagen de 1973, los gestos de quienes escuchan al artista permiten al espectador entender la comunicación que se logra con la música flamenca. Ante la cámara de José Lamarca desfilan las familias, los clanes, los nombres célebres, algunos conocidos y otros ignorados por el profano, pero ante nuestros ojos cada una de estas figuras adquiere una transparencia inusual, gracias al enorme respeto conq ue el autor trata a sus retratados.

 

Bernardo Riego

Universidad de Cantabria

[Extracto del texto:  Escrituras Fotofráficas: Documentos de la presencia y cartografía de las emociones.]

 

© 2013 José Lamarca.

desarrollado por Sara Lamarca

 

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